Ya estoy de vuelta después de quince días sin escribir por trabajo, visitas con sabor hispano-londinense, una escapada a Bélgica y la primera experiencia en el famoso “Día del Rey” en Holanda (la cual recomiendo encarecidamente). Sí, sé que os dejé con la miel en los labios después de la última entrada sobre organismos internacionales y por ello he decidido dedicar unas horas de mi domingo de pijama y Juego de Tronos para hablaros sobre la traducción en las Naciones Unidas.
En esta entrada veremos de forma breve la historia y la estructura de Naciones Unidas, sus organismos especializados, y una breve introducción a la labor de los traductores en este ámbito. Así que sin más dilación; o como dirían mis amigas de la carrera: “María, deja de enrollarte”; retrocedamos 71 años hasta el 24 de octubre de 1945.
El nombre de “Naciones Unidas” fue acuñado por el Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, que se utilizó por primera vez el 1 de enero de 1942, un día muy importante para la humanidad (aunque no lo creáis) ya que representantes de 26 naciones aprobaron la “Declaración de las Naciones Unidas”. Después, en 1945, representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la “Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional”, para redactar la “Carta de las Naciones Unidas” (el Padre Nuestro de la ONU). Y así, las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente desde el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás Estados.
Seguramente os estéis preguntando: pero, ¿para qué sirven las Naciones Unidas? Pues bien, en el momento en el que Roosevelt acuñó por primera vez el término, su objetivo era la alianza de 26 países en la que sus representantes se comprometieran a emplear sus recursos en la guerra contra el Eje Roma-Berlín-Tokio. Pero como podréis adivinar esto no tiene nada que ver con los objetivos de la organización en este momento ya que el propósito de la ONU es facilitar la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
Echemos ahora un vistazo a su estructura. La ONU cuenta con diversos órganos, de los cuales los principales son: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. Asimismo, existen una serie de organismos especializados que están vinculados a las Naciones Unidas mediante acuerdos especiales, entre ellas: la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola), el FMI (Fondo Monetario Internacional), el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la OMM (Organización Meteorológica Mundial), la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), la OMS (Organización Mundial de la Salud), la OMT (Organización Mundial del Turismo), la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Espero que no os haya asustado con tanto nombre y sigla, pero solo es para que veáis lo amplio que es el ámbito de actuación de las Naciones Unidas y por lo tanto la gran carga de trabajo de traducción hacia las seis lenguas oficiales: árabe, chino, español, francés, inglés y ruso. Ahora trasladémonos a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, sé que muchos preferiréis dar una vueltecilla por Central Park, pero centrémonos en lo que nos concierne: la traducción.
Como bien nos cuenta María Barros Ochoa en su artículo “La traducción del español en la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, el cual os recomiendo leer en este enlace: http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/nuevas_fronteras_del_espanol/1_la_traduccion_en_espanol/barros_m.htm, el Servicio de traducción al español se encarga de facilitar a las sesiones y reuniones de los órganos de las Naciones Unidas servicios como la interpretación, la preparación de actas de las sesiones y la publicación, la traducción, la reproducción y la distribución de documentos.
En este artículo, María Barros Ochoa sintetiza a la perfección la labor del traductor dentro del sistema de Naciones Unidas, la cual he podido vivir en mis propias carnes. Los traductores trabajan con textos sumamente de diferentes temas como: asuntos políticos, económicos, sociales, jurídicos, estadísticos, etc.; y dentro de los tipos de textos podemos encontrar los informes de diferentes ámbitos; resoluciones y decisiones de diversos órganos; actas de las sesiones; correspondencia oficial; publicaciones varias; tratados y declaraciones; así como el Diario de las Naciones Unidas, que se publica todos los días en francés e inglés y durante la Asamblea General en los seis idiomas oficiales.
En la próxima entrada me centraré en los aspectos más específicos de la labor traductora en este ámbito, partiendo de las tres premisas que María Barros Ochoa introduce en su artículo, y con las cuales yo estoy muy de acuerdo: la uniformidad terminológica, la claridad sintáctica y la concisión estilística. Veremos el lenguaje utilizado para redactar los documentos originales, así como las normas que tienen que seguir los departamentos de traducción en las Naciones Unidas. También, compartiré algunos recursos específicos para la traducción en el ámbito onusiano, la mayoría de ellos ya se encuentran en esta página web en la sección de recursos, y desmenuzaré el libro de estilo de elaboración de documentos en español (si no podéis esperar os dejo este enlace donde la podéis consultar: https://onutraduccion.wordpress.com/about/navegacion/).
¡Gracias por leer y hasta la próxima entrada frikis de la traducción!
No te pierdas la siguiente entrega: Cómo traducir para los organismos internacionales y no morir en el intento II: Manual de traducción en las Naciones Unidas
Un comentario sobre “Cómo traducir para los organismos internacionales y no morir en el intento I: Naciones Unidas”